EL SINDROME TIMOSHENKO Y EL FINAL DE LA ERA PUTIN

YULIA TIMOSHENKO Y V. PUTIN

Los europeos estamos convencidos de que llegará el día en que la Federación Rusa formará parte de la Unión Europea.

Los rusos son europeos, no cabe duda de ello.

Además, el futuro de la UE, a largo plazo, se relaciona con el acceso que los países del viejo continente tengan a las riquezas del suelo y el subsuelo, más allá de los Urales, hasta el estrecho de Bering.

Los rusos podrán viajar por el Occidente europeo, mientras que los europeos centrales y occidentales podremos pasearnos por Vladivostok, sin pasaporte.

Aquel día llegará, con toda seguridad.

La implosión y el desmembramiento de la URSS fue una operación mucho anhelada por los países dominados por el imperio soviético, al tiempo que resultó ser muy dolorosa y humillante para las elites políticas y militares de Moscú.

Afortunadamente, se desarrolló pacíficamente, sin incidentes mayores.

Un verdadero escollo sigue siendo la mentalidad de las colectividades rusas, creadas a lo largo de los años por los imperios zarista y soviético en los países que se habían encontrado bajo su dominio y ahora se han independentizado.

Los rusos han sido, ”desde siempre” los dueños, la nación favorecida en el imperio. Para ellos se creaban complejos militares, industriales y científicos especiales, en puntos claves para los intereses imperiales, de modo que disfrutaban de condiciones de vida más ventajosas.

El desmoronamiento de la URSS supuso un cambio radical de la condición de estas comunidades rusas: DE DUEÑOS IMPERIALES SE CONVIRTIERON EN… MINORÍAS ÉTNICAS EN PAÍSES EXTRANJEROS.

Metamorfosis difícil de soportar.

Y no obstante, una aparición luminosa vino a demostrar que esta transformación era posible: Yulia Timoshenko, una señora rusa que, con dignidad y honestidad, llegó a tomar las riendas de Ucrania.

Una hija de alma soberbia y noble, tanto de Ucrania, como de Rusia y de toda Europa, que, con su ejemplo personal, demostró, de modo natural, que SE PODÍA SER DE ETNIA RUSA EN UN PAÍS NO RUSO, SIN NINGÚN PROBLEMA.

Se podía ser rusa europea de gran éxito.

¡Y Dios mío, que le hicieron! ¡Cómo la castigaron!

El ”síndrome Timoshenko” empavoreció a los ”imperiales”. Sus nostalgias y anhelos se venían abajo. Para ellos, Yulia Timoshenko era la encarnación de la traición. Su ejemplo debía ser difamado y suprimido.

El virus europeizante que se incubaba en Kiev podía causar pandemia.
Las acusaciones de traición y los años de cárcel arruinaron la salud de Yulia Timoshenko.

Yulia Timoshenko, cuando era primera ministra de Ucrania

Yulia Timoshenko en la Plaza de la Independencia de Kiev (el Maidán) el 22 de febrero de 2014   IYulia Timoshenko en la Plaza de la Independencia de Kiev (el Maidán) el 22 de febrero de 2014 II

Yulia Timoshenko en la Plaza de la Independencia de Kiev (el Maidán) el 22 de febrero de 2014

La anexión de la Península de Crimea por la Federación Rusa – como en la Edad Media – pretendió ser un golpe de gracia asestado a la conciencia europea de los rusos.

Así se dió el tono para que una andanada de voces separatistas proclamaran diminutas repúblicas rusas independientes.

Europa habla de ”SOCIO” cuando se refiere a Rusia, mientras que Moscú tilda a Europa de ADVERSARIO, lo que causó estupor en las capitales europeas.

Por añadidura, el Kremlin anuncia que intensificará su rearme.

La catástrofe del avión de línea malasio pone sobre el tapete un problema grave: las armas sofisticadas y la asistencia militar supercalificada ofrecidas por Moscú a los separatistas rusos de Ucrania la implican, a todas luces, en un acto de agresión y terrorismo.

Perecieron personas inocentes, entre ellas científicos en el combate del SIDA, con lo que se da una considerale marcha atrás en este campo – según se afirma.

Murieron europeos y no europeos. Y también, muchos niños.

Es un crimen insensato que muestra ser un grave error de la politica antieuropeísta de Putin.

Y hay pocas probabilidades de que el número uno del Kremlin abandone esta política. Para él es un callejón sin salida.

Sería un milagro que Putin hablara y actuara en aras del europeísmo. Para Putin, éste es el principio del fin, por mucho que lo recapacite.

ARIADNA

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