XENOFOBIA, SÍ PERO…

Tenemos el privilegio de contar con la colaboración del periodista español y profesor de periodismo, VALENTIN POPESCU, columnista de primera magnitud y corresponsal, durante un cuarto de siglo, de LA VANGUARDIA  de Barcelona, en Bonn, R.F. de Alemania.

La xenofobia es, a veces, una modalidad a través de la cual se expresa el descontento popular hacia…los dirigentes políticos. Pero, si las xenofobias se dan la mano, por encima de las fronteras, aunque sean éstas espiritualizadas, el resultado llega a ser sumamente peligroso.

 XENOFOBIA, SÍ PERO…

 afd

 Las recientes elecciones estatales de Mecklemburgo – Cispomerania han sido leídas fuera de Alemania como otro estallido de xenofobia. Y esto es cierto sólo hasta cierto punto. Allá – también allá – la xenofobia ha sido, ante todo, un catalizador del descontento popular con los políticos.

Este Estado septentrional de la RFA ha sido la cenicienta del país, desde antes de que Bismarck unificara Alemania. Su atraso fue enorme siempre : con el último imperio, el III Reich, la Alemania comunista y la Federal actual. Hoy, la región se beneficia del bienestar general del país y a sus ciudadanos les va – en general – mejor que nunca, aunque sigan siendo los más atrasados de la República. Y seguramente que, como casi siempre, la población local tenga su buena parte de culpa de ello, no sólo los políticos. Al fin y al cabo, ya en el siglo XIX, Bismarck dijo que, si él supiera que se acerca el fin del mundo, él se iría a vivir a Mecklemburgo “…porque allá todo sucede con 50 años de retraso…”

Pero, como a la gente le cuesta reconocer defectos propios, hoy en día la culpa se la siguen echando los mecklemburgueses a los hombres públicos y, ésta es la relativa novedad, al alud de refugiados que llegaron y siguen llegando a Alemania y el resto de la Europa rica. Consecuentemente, en los comicios del pasado domingo día 4, el segundo partido más votado fue el radical xenófobo AfD (“Alternative für Deutschland”/”Alternativa para Alemania”), que obtuvo un 2% más de votos que los cristianodemócratas. Pero, como éstos llevan 10 años gobernando el Estado en coalición con los socialdemócratas, el resultado electoral apenas cambiará la política del estado federado.

 xenophobia

Si en cambio se analiza el impacto de la xenofobia en la política de toda Europa, el fenómeno resulta mucho más preocupante. La xenofobia es un exabrupto populista, pero, su auge simultáneo en muchos países genera una potenciación mutua, que puede acabar creando cambios graves, como ha sido el “brexit” británico.

Y si en un país de larga tradición democrática, como la Gran Bretaña, un grano populista acabara por ser absorbido, en naciones de tradiciones mucho más intransigentes y nacionalismos más exaltados – como, por ejemplo, Hungría o Polonia – la xenofobia puede acabar generando problemas sociales muy graves y de muy difícil solución. Las guerras yugoslavas desencadenadas por Milosevic, a finales del siglo pasado, son un ejemplo reciente y espantoso de lo fácil que es movilizar el odio racista y nacionalista, en una cascada de matanzas y crueldades. Y la Europa Oriental es una tierra con un largo historial de practicar la política de matar primero y negociar después…

Valentí Popescu

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VALENTIN POPESCU